En estos tiempos en los que todo va tan rápido, yo necesito momentos para volver a mí.
No necesariamente algo complejo ni lleno de pasos. Solo un espacio donde pueda limpiar lo que sobra y reforzar lo que quiero mantener.
Hoy te comparto un ritual personal que hago cuando necesito proteger mi energía, enfocarme o simplemente “ordenarme por dentro”.
Uso tres elementos que, para mí, se han vuelto esenciales: resinas aromáticas Song of India, un caldero de hierro, y una esfera orgón.
🔥 Paso 1: Prender la resina, invocar el fuego
Empiezo con lo más básico: el fuego.
Enciendo un carbón vegetal dentro del caldero de hierro, y cuando ya está rojo, coloco encima un poco de resina. Mi favorita: Mandarina o Lavanda de Song of India.
El aroma que suelta es profundo, envolvente. El humo no solo perfuma, limpia.
Siento cómo va soltando tensiones, pensamientos repetitivos, energías que no me pertenecen.
El caldero me encanta porque canaliza todo ese fuego con fuerza. No se rompe, no se desgasta. Es como tener un mini altar portátil de poder.
🌐 Paso 2: Activar el campo energético con el orgón
Mientras el humo fluye, coloco una esfera orgón frente a mí. A veces en la mano. A veces sobre una mesa o cerca del corazón.
El orgón, por si no lo conoces, está hecho con capas de metales, cristales y resina, que canalizan y equilibran la energía que nos rodea.
La forma esférica potencia esa acción: la energía fluye sin bloqueos, como un campo que se expande a tu alrededor.
Uso la esfera como ancla. Para no distraerme. Para recordar lo que quiero.
Es mi punto de enfoque en el ritual.
✨ Paso 3: Intención y presencia
Con el humo purificando, el caldero sosteniendo y el orgón activando, me doy unos minutos para estar presente.
A veces escribo, otras solo respiro. Pero siempre declaro algo en voz baja o mentalmente. Algo simple, pero con fuerza:
“Limpio todo lo que ya no necesito.
Refuerzo todo lo que me sostiene.
Protejo mi energía con conciencia.”
Después dejo que el carbón se consuma solo.
Agradezco, apago la vela que suele acompañar el momento… y sigo el día con más claridad.
🜃 No es un objeto. Es un ritual.
Lo que más valoro de estos tres elementos es que no son solo cosas bonitas o decorativas. Son herramientas. Herramientas que me ayudan a volver a mí.
Y si tú también estás buscando crear tu propio ritual —sin complicarte, sin fórmulas rígidas—, esta es una buena forma de empezar.